04 mayo 2006

Un niño gordo no es un niño bien alimentado

¿Por qué debemos prevenir o tratar la obesidad en los niños y jóvenes?

La respuesta pareciera obvia, pero no lo es; de hecho, la obesidad se ha visto, equívocamente, como un signo de salud en los niños, especialmente en los bebés.

Aunque la obesidad es una alteración que raramente causa la muerte por sí misma, se ha relacionado a una serie de enfermedades que son causa de mortalidad, como la hipertensión arterial y diabetes mellitus que, incluso, pueden presentarse en personas jóvenes; incluso, las alteraciones que conducen a esas enfermedades se inician desde la niñez.



También son conocidas las alteraciones psicológicas que el adolescente sufre debido a la obesidad, como complejos de depresión y falta de confianza en sí mismo.

Vemos con frecuencia cierta resistencia por parte de los padres, e incluso de los médicos, para prevenir o tratar la obesidad de los niños, en parte porque un pequeño gordito es visto por nuestra sociedad como un infante sano y, en parte, porque una conseja popular, también equivocada pero seguida por muchos doctores, es que los niños obesos adelgazan al llegar a la adolescencia. Desgraciadamente, en 6 de cada 10 niños obesos esto no ocurre y el pequeño se convierte en adulto obeso.