02 mayo 2006

La alimentación y las enfermedades.


De todos es sabido el dicho que una persona es lo que come. Existen múltiples enfermedades relacionadas o provocadas por una deficiente nutrición, ya sea en cantidad, por exceso o defecto, o por mala calidad:

  1. Ateroesclerosis.
  2. Colesterol.
  3. Diabetes.
  4. Hipertensión Arterial
  5. Obesidad.
  6. Anemia

Ateroesclerosis
Este proceso consiste en una acumulación gradual de grasa (fundamentalmente colesterol), algunas células y calcio entre otros elementos, por debajo del revestimiento interno de las arterias (endotelio). Esta acumulación de células y otras sustancias conforman lo que se denomina placa de ateroma, la cual progresivamente va obstruyendo la luz de la arteria afectada, pudiéndose también, en algunas oportunidades romper y producir un fenómeno agudo, cuando la grasa que contiene en su interior es expuesta a la sangre circulante, desencadenando el proceso de coagulación (trombosis) y obstruyéndose la arteria parcial o totalmente, temporal o permanentemente. El resultado dependiendo del nivel de obstrucción se puede manifestar como desde una angina inestable hasta un infarto del miocardio.


La complejidad metabólica de esta enfermedad hace muy difícil encontrar una solución terapéutica adecuada, pero si se pueden aplicar medidas terapéuticas profilácticas y efectuar el tratamiento de algunos de los principales factores causan de la enfermedad. Con ello se logra disminuir la predisposición a desarrollar ateroesclerosis.


Ejercicio físico: se ha comprobado que la realización metódica de ejercicios aeróbicos que provoquen una elevación de la frecuencia cardiaca al 80% de la frecuencia cardiaca máxima produce un aumento de los niveles de HDL y un descenso de los triglicéridos
Mejora la capacidad de trabajo, el componente cardiocirculatorio y reduce el peso corporal. Este debe desarrollarse durante 30 minutos a 1 hora, comenzando progresivamente con un calentamiento previo y no violentamente ya que el ejercicio de iniciación violenta genera una descarga de catecolaminas que produce un aumento de ácidos grasos circulantes, el número y la adhesividad plaquetaria. En cambio durante el ejercicio programado, o en pacientes previamente entrenados, el mayor flujo capilar producida por la vasodilatacion o por desarrollo de la circulación colateral, hace que el aporte de oxigeno sea suficiente para consumir ácidos grasos a nivel muscular y que así se produzca un descenso de ellos a nivel sanguíneo.


La actividad física que el enfermo puede desarrollar son: una caminata de 20 a 30 cuadras por dia, realizándola en forma lenta. También es recomienda realizar algún deporte no competitivo como: la natación, bicicleta, tenis de mesa, jugar a las bochas.
Dieta: la reducción del aporte calórico y el abuso del alcohol ayuda a reducir el exceso de peso, el colesterol y los triglicéridos.


El valor calórico total no debe superar las 1500 calorías diarias, en la dieta se deben reducir o eliminar los alimentos ricos en colesterol como por ejemplo: la yema del huevo, crema de leche, manteca, carnes grasas, embutidos y fiambres. También reducir los azucares refinados, dulces, caramelos, galletitas y refrescos edulcorados, ya que aumentan los triglicéridos plasmáticos.
Se recomienda usar aceite de oliva ya que reducen el colesterol total y aumenta la HDL y sobretodo elimina las grasas saturadas, como las que contiene la carne vacuna, la de cerdo y los embutidos.


Con relación a las carnes de debe consumir mayoritariamente, pescados, pavos y pollo sin piel.
También se pueden consumir: hortalizas, las ensaladas de lechuga, tomate, zanahoria, radicheta, la acelga, espinaca, espárragos, la cebolla, toda clase de frutas, fideo, ñoquis, canelones, papa y arroz.

  1. Como condimentos están permitidos: la pimienta, orégano, comino, ají, cebolla, salsa de tomate y una moderada cantidad de sal (hasta 5 g por día).
  2. Hay que limitar el consumo de vísceras como: hígado, riñón, seso, molleja, chorizo, morcilla.
  3. En cuanto a la forma de preparación de los alimentos, es importante suprimir todo tipo de frituras.
  4. En cuanto a la ingesta de alcohol se puede permitir la ingesta de cantidades muy moderadas: una copa de vino, una medida de whisky o de cognac.


Colesterol
El colesterol es una sustancia blanda y grasosa que proviene de dos fuentes: el cuerpo y los alimentos. El colesterol que circula por la sangre se llama colesterol total en sangre; el que proviene de la comida se llama colesterol de la dieta. El tener niveles excesivos de colesterol en la sangre eleva el riesgo de desarrollar enfermedades del corazón y de sufrir un ataque al corazón. Sin embargo, el cuerpo necesita cierto nivel de colesterol para funcionar normalmente, y el hígado produce todo lo necesario.



Los Niveles de Colesterol Total

  1. Un nivel de colesterol total en sangre por debajo de 200 se considera deseable.
  2. Un nivel de colesterol total entre 200 y 239 se considera al límite del colesterol alto. En este rango, el nivel de riesgo de un ataque al corazón comienza a elevarse.
  3. Un valor de 240 o más se considera colesterol en sangre alto, y se asocia con un mayor riesgo de ataque al corazón.

Para más información sobre las categorías de colesterol total, colesterol HDL, colesterol LDL, y triglicéridos, consulte nuestra tabla de colesterol.

¿Qué significa el colesterol “bueno” y “malo”?
El colesterol HDL (siglas en inglés de "lipoproteína de alta densidad") se considera el “bueno" porque de hecho éste ayuda al cuerpo a prevenir las acumulaciones de grasa y colesterol en las arterias. El HDL se adhiere a otras moléculas de colesterol en la sangre y las transporta al hígado para ser excretadas del organismo. Los niveles altos de colesterol HDL se asocian con un menor riesgo de ataques al corazón; el colesterol HDL bajo eleva ese riesgo.
El colesterol LDL (siglas en inglés de "lipoproteína de baja densidad") es el “malo”. Tener un alto índice de LDL en la sangre aumenta la probabilidad de acumulaciones de grasa en las arterias que obstruyen el flujo sanguíneo y así aumentan el riesgo de ataques al corazón y ataques al cerebro.


¿Cómo se desarrolla el colesterol alto?
Todas la células del organismo humano contienen colesterol — lo necesitamos para vivir. Pero, de hecho, el cuerpo fabrica todo el colesterol que necesita; en realidad no es necesario adquirirlo a través de la dieta.
Algunas personas desarrollan colesterol por causas genéticas — sus cuerpos lo fabrican en exceso.
Pero otras lo desarrollan debido a sus estilos de vida, especialmente la dieta. Comer alimentos altos en grasa y colesterol puede aumentar el colesterol en sangre a niveles excesivos. Hay dos tipos principales de grasa que se encuentran en la comida: la saturada y la no saturada. La grasa saturada es la que más aumenta el colesterol en sangre.


¿Cuáles alimentos aumentan el colesterol en sangre?
La grasa saturada es la principal causa dietética del colesterol en sangre alto. Ésta se encuentra principalmente en los alimentos que provienen de animales como:

  1. La leche entera, la mantequilla, la crema y los quesos altos en grasa
  2. La manteca, la grasa de puerco y la grasa de pollo y pavo
  3. Las carnes grasosas como las costillas, los “hot dogs”, el chorizo y los chicharrones
  4. La manteca vegetal y los aceites de algunas plantas tropicales también contienen grasa saturada.

Las grasas trans no son saturadas, pero pueden aumentar el colesterol total y LDL (el malo) y disminuir el colesterol HDL (el bueno). Las grasas trans son el resultado de añadir hidrógeno a los aceites vegetales que se usan en productos horneados comerciales y en la mayoría de los restaurantes y lugares de comida rápida. También existen naturalmente en algunos alimentos como la carne y la leche. Estos alimentos pueden ser altos en grasas trans:

  • Las galletas dulces y saladas y otros productos horneados comerciales hechos con aceites vegetales parcialmente hidrogenados
  • Las papas fritas, “donas” y otros alimentos fritos comerciales


El colesterol de la dieta puede aumentar el colesterol LDL (el malo). Sólo los alimentos que provienen de animales contienen colesterol:


*La mantequilla, el queso, productos de leche entera
*Las yemas de huevo
*Las carnes, las aves, el pescado y los mariscos
*Los órganos como el hígado y los riñones
*Los alimentos que provienen de plantas (frutas, vegetales, granos, nueces y semillas) no contienen colesterol.

¿Cuáles alimentos bajan el colesterol en sangre?
Las grasas no saturadas pueden ayudar a bajar el colesterol LDL cuando usted úselas en lugar de las grasas saturadas y trans en su dieta. Estas son algunas buenas selecciones:

Coma al menos dos porciones por semana de pescado horneado o asado a la parilla, en particular los pescados grasos, como la caballa, la trucha de lago, el arenque, las sardinas, el atún y el salmón.
Escoja grasas y aceites no saturados como margarinas líquidas y blandas en recipiente, y aceite de canola, oliva, maíz, cártamo y soya.


Diabetes
La diabetes es un desorden metabólico, debido al cual el cuerpo no es capaz de regular adecuadamente los niveles de glucosa en sangre. No existen pruebas de que el consumo de azúcar esté asociado al desarrollo de algún tipo de diabetes. No obstante, sí que se ha demostrado que la obesidad y la inactividad física incrementan las posibilidades de desarrollar una diabetes no insulinodependiente, que suele darse en adultos de mediana edad.


Normalmente es necesario bajar de peso, y es éste el objetivo dietético más importante para los que tienen una diabetes no insulinodependiente. El consumo de una gran variedad de alimentos con carbohidratos es aceptable como parte de la dieta de todos los diabéticos, y la inclusión de alimentos con índices glucémicos bajos se considera beneficiosa, ya que ayuda a controlar el nivel de glucosa en sangre. En la mayoría de las recomendaciones para dietas de diabéticos se permite la ingestión de una pequeña cantidad de azúcar ordinario, ya que añadir azúcar a una comida tiene poco impacto en las concentraciones de glucosa o insulina en sangre, en personas con diabetes.


Hay dos tipos principales de diabetes. Al tipo I, dependiente de la insulina, a veces se le llama diabetes juvenil, porque normalmente comienza durante la infancia (aunque también puede ocurrir en adultos). Como el cuerpo no produce insulina, personas con diabetes del tipo I deben inyectarse insulina para poder vivir. Menos del 10% de los afectados por la diabetes padecen el tipo I.


En el tipo II, que surge en adultos, el cuerpo sí produce insulina, pero, o bien, no produce suficiente, o no puede aprovechar la que produce. La insulina no puede escoltar a la glucosa al interior de las células. El tipo II suele ocurrir principalmente en personas a partir de los cuarenta años de edad.


La gente que sufre de diabetes, a diferencia aquellos con muchos otros problemas médicos, no puede simplemente tomarse unas pastillas o insulina por la mañana, y olvidarse de su condición el resto del día. Cualquier diferencia el la dieta, el ejercicio, el nivel de estrés, u otros factores puede afectar el a nivel de azúcar en la sangre. Por lo tanto, cuanto mejor conozcan los pacientes los efectos de estos factores, mejor será el control que puedan ganar sobre su condición.


Hipertensión Arterial
La tensión arterial mide la fuerza de la sangre contra las paredes de los vasos sanguíneos. La tensión arterial que se mantiene alta por un tiempo largo se llama hipertensión. Si hay demasiado líquido en el cuerpo, aumenta la cantidad de líquido en los vasos sanguíneos y sube la tensión arterial. Los vasos sanguíneos atorados o estrechos también hacen que suba la tensión arterial.

A medida que se aumenta de peso se eleva la tensión arterial y esto es mucho más evidente en los menores de 40 años y en las mujeres. La frecuencia de hipertensión arterial entre los obesos, a cualquier edad que se considere, es entre dos y tres veces superior a la de los individuos de la misma edad que estén en su peso ideal.

No se sabe con claridad si es la obesidad por si misma la causa de la hipertensión o si hay un factor asociado que aumente la presión en personas con sobrepeso, aunque las últimas investigaciones apuntan a que a la obesidad se asocian otra serie de alteraciones que serían en parte responsables del aumento de presión arterial. También es cierto, que la reducción de peso hace que desaparezcan estas alteraciones.

Síntomas
Una elevada presión arterial rara vez se da conocer, porque generalmente no presenta síntomas. Estar nervioso o tenso por ejemplo no quiere decir necesariamente tener la presión arterial elevada.



Principales medidas:
- Reducir el peso corporal en los pacientes hipertensos con sobrepeso.

- Reducir el consumo de sal a 4-6 gramos al día; consumir menos productos preparados y en conserva, y no salar los alimentos en su preparación o presentación en la mesa. Existen pacientes que no responden a la restricción salina.

- Reducir la ingesta de alcohol, en las mujeres debe ser inferior a 140 gramos a la semana y en los hombres inferior a 210 gramos a la semana.

- Ejercicio físico, preferentemente pasear, correr moderadamente, nadar o ir en bicicleta, durante 30-45 minutos, mínimo 3 veces por semana.

- Reducir el consumo de café. No más de 2-3 cafés al día.

- Consumir alimentos ricos en potasio, como legumbres, frutas y verduras.

- Abandonar el hábito de fumar.

- Seguir una dieta rica en ácidos grasos polinsaturados y pobre en grasas saturadas.

Además de las medidas recomendadas, el hipertenso dispone de una amplia variedad de fármacos que le permiten controlar la enfermedad. El tratamiento debe ser siempre individualizado.


Obesidad

La obesidad es una enfermedad crónica, que se caracteriza por un exceso de grasa, que a su vez se traduce en un aumento de peso. La obesidad es él trastorno metabólico más frecuente de las sociedades desarrolladas. Aunque estamos muy acostumbrados a oír "mi exceso de peso es por retención de líquidos", hay que desmitificar esta creencia popular, ya que es muy poco frecuente que el aumento de peso sea debido a una retención hídrica. Enfermedades como la insuficiencia cardiaca o renal o hepática, sí pueden dar un aumento de peso debido a la retención de agua que pueden provocar. Hay situaciones excepcionales, que a pesar de tener un peso alto no son obesos, como por ejemplo los culturistas, que lo que tienen es una hipertrofia muscular (desarrollo excesivo de la masa muscular.

La obesidad refleja un desequilibrio entre la ingesta energética y el gasto calórico.


Las causas de la obesidad son múltiples, e incluyen factores tales como la herencia genética; el comportamiento del sistema nervioso, endocrino y metabólico; y el tipo o estilo de vida que se lleve.

En conjunto puede haber dos principales causas:

  • Mayor ingesta de calorías que las que el cuerpo gasta.
  • Menor actividad física que la que el cuerpo precisa.


Si se ingiere mayor cantidad de energía de la necesaria ésta se acumula en forma de grasa, si se consume más energía que la necesaria se utiliza la grasa como energía. Por lo que la obesidad se produce por exceso de energía, como resultado de alteraciones en el equilibrio de entrada/salida de energía. Como consecuencia se pueden producir diversas complicaciones como son la hipertensión arterial, la diabetes mellitus y las enfermedades coronarias.

La herencia tiene un papel importante, tanto que de padres obesos el riesgo de sufrir obesidad para un niño es 10 veces superior a lo normal. En parte es debido a tendencias metabólicas de acumulación de grasa, pero en parte se debe a que los hábitos culturales alimenticios y sedentarios contribuyen a repetir los patrones de obesidad de padres a hijos.

Otra parte de los obesos lo son por enfermedades hormonales o endocrinos, y pueden ser solucionados mediante un correcto diagnóstico y tratamiento especializado.


Anemia

Cuando una persona no tiene suficiente hierro, puede contraer una enfermedad conocida como anemia por deficiencia de hierro. Aunque por mucho tiempo la deficiencia de hierro ha sido considerada como la mayor causa de anemia en la niñez, se ha vuelto mucho menos común en los Estados Unidos en los últimos 30 años, debido principalmente a la existencia de fórmulas y cereales para bebes enriquecidos con hierro.

El cuerpo necesita hierro para fabricar hemoglobina. Si no hay suficiente hierro disponible, la producción de hemoglobina es limitada, lo cual afecta la producción de las células rojas de la sangre. Una disminución en la cantidad normal de hemoglobina y células rojas en el torrente sanguíneo se conoce como anemia. Debido que a las células rojas de la sangre son necesarias para llevar oxígeno a través del cuerpo, la anemia hace que las células y los tejidos reciban menos oxígeno, afectando su funcionamiento.

La anemia por deficiencia de hierro no se desarrolla inmediatamente. La persona va progresando por varias etapas de deficiencia de hierro, comenzando con una reducción de hierro en el cuerpo, aunque la cantidad de hierro en las células rojas de la sangre se mantiene igual. Si la reducción de hierro no se corrige, la próxima etapa es la deficiencia de hierro, lo cual eventualmente se convierte en anemia por deficiencia de hierro.

¿Cuál es la causa?
La anemia por deficiencia de hierro puede ser causada por varios factores, incluyendo:

insuficiencia de hierro en la dieta
mala absorción de hierro por el cuerpo
continua pérdida de sangre, más comúnmente por la menstruación, o una gradual pérdida de sangre del sistema intestinal
etapas de rápido crecimiento

Una dieta baja en hierro frecuentemente causa anemia por deficiencia de hierro en bebes, niños y adolescentes. Los niños que no comen alimentos que contienen hierro, o que comen alimentos que contienen poco hierro, corren el riesgo de desarrollar una anemia por deficiencia de hierro. La pobreza también es un factor que contribuye a la anemia por deficiencia de hierro porque es posible que las familias con bajos ingresos o que viven por debajo del nivel de pobreza no coman alimentos ricos en hierro.

La deficiencia de hierro también puede contribuir a una mayor absorción de plomo, aumentando en los niños el riesgo al envenenamiento por plomo, especialmente en aquellos que viven en casas antiguas. La combinación de la anemia por deficiencia de hierro y el envenenamiento por plomo puede tener graves consecuencias en la salud de los niños y ponerlos a riesgo de sufrir de problemas del aprendizaje y comportamiento.

Durante la infancia y adolescencia, el cuerpo necesita más hierro. Los niños corren más riesgo de contraer anemia por deficiencia de hierro durante estas etapas de rápido crecimiento porque es posible que no ingieran alimentos que tengan la suficiente cantidad de hierro necesaria durante estos períodos.

Los bebes a quienes se les descontinúa la fórmula enriquecida con hierro y se les alimenta con leche de vaca antes de los 12 meses de edad corren el riesgo de contraer anemia por deficiencia de hierro. La leche de vaca es baja en el hierro necesario para el crecimiento y desarrollo del bebé y también frecuentemente reemplaza el consumo de alimentos ricos en hierro. La leche disminuye la absorción de hierro y puede irritar los intestinos, causando pequeños sangrados. La pérdida lenta y gradual de sangre por las heces fecales - combinada con una ingestión de hierro deficiente y absorción deficiente del hierro - puede eventualmente tener como resultado este tipo de anemia.

Es sumamente importante recordar que no debe darle al niño un suplemento de hierro potente sin primero consultar con su médico.